Cada hora el sol lanza a la Tierra más energía de la que sería necesaria para satisfacer las necesidades mundiales de energía durante un año entero. La energía solar es la tecnología utilizada para aprovechar la energía del sol y hacerla utilizable. En la actualidad, la tecnología produce menos de una décima parte del 1% de la demanda mundial de energía.
Mucha gente conoce las
denominadas células fotovoltaicas, o paneles solares, que se encuentran en
naves espaciales, tejados y calculadoras de mano. Las células están hechas de
materiales semiconductores como los que se encuentran en los chips
informáticos. Cuando la luz solar entra en las células, hace que los electrones
se separen de sus átomos. Cuando los electrones fluyen a través de la célula
generan electricidad.
En una escala mucho mayor, las
plantas de energía térmica utilizan varias técnicas para concentrar la energía
solar como fuente de calor. El calor se utiliza entonces para calentar el agua
para hacer funcionar una turbina de vapor que genera electricidad más o menos
de la misma forma que las plantas de energía nuclear, suministrando
electricidad para miles de personas.
Existen otras tecnologías solares
que son pasivas. Por ejemplo, los grandes ventanales que se sitúan en el lado
soleado de un edificio permiten que la luz solar penetre hasta los materiales
absorbentes de calor situados en el suelo y en las paredes. Estas superficies
liberan el calor durante la noche para mantener caliente el edificio. De forma
similar, las placas absorbentes en el tejado pueden calentar el líquido en las
tuberías que suministran el agua caliente a una casa.
La energía solar es alabada como fuente de combustible inagotable libre de contaminación y de ruidos. La tecnología también es versátil. Por ejemplo, las células solares generan energía para lugares remotos como los satélites en la órbita de la Tierra y las cabañas en las Montañas Rocosas tan fácilmente como suministran la energía a edificios del centro de las ciudades y a los coches futuristas.
Sin embargo, la energía solar no
funciona por las noches sin un aparato de almacenamiento como una batería y si
hay nubes esta tecnología no es muy fiable durante el día. La tecnología solar
también es muy cara y requiere mucho terreno para recolectar la energía solar
en tasas útiles para mucha gente.
A pesar de los inconvenientes, el
uso de la energía solar ha aumentado un 20% al año durante los últimos 15 años
gracias al rápido descenso de los precios y a las ganancias en eficiencia.
Japón, Alemania y los Estados Unidos son los principales mercados de las células
solares. Con incentivos tributarios, la electricidad solar a menudo puede
amortizarse en un periodo de cinco a diez años.
Recopilación desde National
Geographic por: Alejandro Glade